sábado, 6 de febrero de 2010

ENCUENTROS CASUALES CON EX AMANTES


Hace apenas dos días coincidí sin pretenderlo con un antiguo amante. Hacía años que no nos veíamos, Recuerdo a Alex siempre con una enorme sonrisa en los labios. Increíble amante, dulce amigo, triunfador en el difícil arte de la ingeniería fue genial anfitrión, es de aquellos con los que a punto estuvo de suceder algo mucho más serio. Su incontrolable tendencia a la promiscuidad enloquecida hizo que pasase de echarlo de menos a echarlo de más, sin embargo sinceramente me emocionó verlo.
Alex es un ejemplo más de aquellos con los que mantuve grandes o pequeños romances, o amistad y polvos, o amor a medias, porque uno quiso y el otro no se atrevió, o de dos velocidades porque uno tiraba más de lo que otro podía o sabía entonces ceder, o porque uno de los dos no amó más allá del aroma y el sabor de nuestras pieles y nuestros besos. Es uno de esos inolvidables amantes a los que jamás podré odiar, con los que de vez en cuando me veo, con los que ocasionalmente me escribo para asegurarme de que siguen avanzando, de que conocieron por fin el amor verdadero, de que su sola existencia sigue siendo una fiesta para todos los suyos.
Hace un tiempo, una querida amiga me preguntó cuántos amantes había tenido. No supe responderle. Me preguntó si alrededor de cien. Sin hacer la menor cuenta le dije que con seguridad unos cuantos más. Al rato, se me ocurrió hacer cálculos entre los años que llevaba teniendo sexo con manes y lo promiscuo que he sido hasta hace bien poco, salvo en las épocas, en que fiel a mi principio, obsoleto o no, de fidelidad, fui del todo fiel a aquellos a quienes quise considerar parejas. Me sorprendí a mi mismo al concluir que habían sido más de mil.

Y entonces practiqué un sano ejercicio mental, el de intentar recordar, si no todos, muchos de ellos, más allá de los que más inmediatamente venían a mi cabeza, jamás por encima de un par de docenas. Y curiosamente empezaron a aflorar uno tras otro. De cada cual, aunque fui incapaz, obviamente, de recordarlos todos, siempre saltó a la superficie un gesto, un olor fugaz, un beso húmedo, un guiño, un rumor en el cuello, un arqueo, que fue enlazando a cada uno.
Me dí cuenta entonces de dos cosas. Por un lado, cada cual dejó para siempre, al menos un fugaz recuerdo inolvidable que construyó mi historial de amar y sentirme amado a través del gesto más puro de afecto entre dos seres humanos. Por otro lado concluí que por mucho que algunas rupturas resultaron ser traumáticas, hasta que estas llegaron, fueron una pequeña o gran semilla de afecto que contribuyó al manto armónico de la vida amorosa de cada uno.
Como yo, muchos vivimos con la frustración de no haber amado durante tanto tiempo como se amaron aquellos de los que llamamos la mayor referencia, nuestros padres. Como otros no tan pocos, estoy sin embargo agradecido a cada cual que me hizo sentir único en la Tierra durante un tiempo, dejándome con la maravillosa sensación de amar y haber amado verdaderamente.
Y noto que ese sentimiento es compartido cuando veo a Alex y me abraza, y cuando me escribe aquel con quien hace tiempo no comparto sábanas para preguntar “¿cómo andas?”, o de aquel que en tiempo de cierta dificultad me dijo “Oye, sin compromiso, mientras eso se arregla, te quedas en mi casa”. Por eso, a riesgo de que algunos me acusan de escribir mirándome el ombligo, pensé que esta no es sólo mi historia, sino también de la de al menos varios de ellos, y así como de ellos, posiblemente también de muchos de nosotros y también, cómo no, de al menos algunos de nuestros amantes inolvidables.

CON HOMBRES SI CULEO, PERO NO SOY GAY ¡ OSEA!



Con otros hombres sí, pero no soy gay

En Afganistán hay muchos militares. Mayoritariamente hombres. Y pocas mujeres. Minoritariamente, claro. Por eso hay menos. El caso es que en tanto hombre, siempre hay alguno que acaba practicando el sexo con otro hombre. Pero sin ser gay, claro.

Pero según un estudio, los pastunes, etnia del sur de Afganistán, no conciben el sexo entre hombres como homosexualidad y tampoco lo ven mal. Algo así como los griegos, pero en Afganistán. Los pastunes admiran la belleza masculina y el sexo con otros hombrers y evitan a las mujeres, pero sin ser gays.

Según este estudio, como poco curioso, los hombres contraían gonorrea y se negaban a creer que la gonorrea fuera una enfermedad de transmisión sexual, osea, que no podían haberla cogido por la penetración anal porque ellos no eran gays.

Además, los médicos entrevistados para este estudio, contaban anécdotas, a medio camino entre arrancarte una sonrisa y en pensar lo malinformados que están en algunos paises, como la vez que le explicaron a un autóctono de allí como tenía que dejar preñada a su mujer. Al hombre le pareció muy asqueroso y respondió

¿Cómo puede uno sentir deseo con una mujer, a las que Dios ha hecho sucias, cuando puede estar con un hombre, que está limpio? Seguro que eso es erróneo.

Pasando por alto la tremendísima misogínia del comentario, muchas veces, por no decir casi todas, la religión ciega la lógica y no deja ver más allá de unos libros escritos por vete tú a saber quién, vete tú a saber cuándo.

Según se sobreentiende, estos pastunes interpretan la prohibición del Islam de la homosexualidad como no poder amar a otro hombre, pero que allí nadie dice nada de tener sexo con otro hombre. En fin, aquí cada uno lee lo que quiere como quiere.

¿SOMOS EL PORNO QUE VEMOS?




Vagando por la red me encontré con este articulo interesante de que somos el porno que vemos, en lo personal a mi me encanta todas las peli pornos, para mi mas que morbosas me parece arte sensual.

Somos el porno que vemos
Peibols | 5 de noviembre de 2008



Dicen que somos lo que comemos. Así que también somos lo que nos pajeamos. Y es que el porno forma parte importante de la vida gay, tal y como la conocemos. Más aún desde que internet entró en nuestras vidas, claro.

Yo no veo porno. ¡Qué cosas tienes! Yo jamás, vamos, hombre… Pero tengo un amigo que sí que ve porno. Y como me cuenta lo que ve, yo que soy mucho de analizarlo todo, he llegado a la conclusión de que somos el porno que vemos. Así pues aquí está mi listado. Esto es como los tests aquellos de la Ragazza, busca tu productora favorita y sabrás que tipo de marica eres!

Y recuerda que este tipo de tests son iguales que los horóscopos, sólo sirven para que cada uno diga que el suyo es el mejor. Y si crees que este perfil chorra no coincide contigo, ¡haznóslo saber! Para ver las productoras y sus películas más representativas, tendrás que darle a Continuar Leyendo….

■Bel Ami: En tu otra vida eras griego. Y no lo digo sólo por la penetración anal. Lo digo porque te hubiera encantado ser un guerrero y pillar por banda a uno de esos púberes y enseñarles de la vida. A nivel personal eres limpio, educado, ordenado, te gusta la música clásica y sólo bebes vino tinto mientras hace la cena. En copa grande, maricón. No te drogas, casi no sales y como eres tan muermo, tus amigos no te llaman. Follar contigo es la cosa más aburrida del universo porque lo haces siempre en la misma posición, en la cama y con la luz apagada. Y te depilas las cejas tú mismo, con pinzas doraditas y buen pulso.
■Falcon: Eres mayor de 40 años. Amante de las grandes clásicas como Rocío Jurado, Lola Flores, Charo Reina, la Streissand y Nana Mouskuri. Eres de los pocos de tu quinta que vió a los ABBA en directo. Vives en un piso que sirve para las escenas peligrosas de Cuéntame cómo pasó. Sigues atascado en follar sin condón. Y crees que arreglarte el pelo del pubis es algo que no hace nadie.
■Stallion: Eres lo más de lo más ahora mismo. Cuando sales por Chueca con tu pandilla de amigays, pareciera que andaseis a cámara lenta. Vuestro look casual, pero caro, sin estridencias, sin complementos y con ese toque de cuero (ahora en el cinturón, ahora en la correa del reloj) que os hace tan sofisticados. Activos 100% (de los de verdad, de los de la vieja escuela). Vuestra lectura de sobremesa es la Men’s Health, claro. Follas de vicio y lo sabes.
■Jalif: Acabaste la ESO de milagro, empezaste a trabajar de lo primero que salió y aquí estas, sobreviviendo. En tu DNI pone que naciste en Hospitalet, en Carabanchel o en el asiento trasero de un SEAT Ibiza en el aparcamiento de la Scorpia, que tu madre estaba de after cuando te dió a luz. Eres algo cochino con tu higiene personal, llevas colonia de la más barata del Mercadona y no sabes qué es un cortauñas. Echar un polvo contigo es una aventura nueva cada día. Hoy lapos, mañana en chandal, pasado meas encima y al otro arneses de cuero! Un no parar!
■Titan: Entre semana eres el tipo más anodino del mundo. De los que vas en metro y nadie les mira, porque no destacan. Pero son como un huevo Kinder, la sorpresa va dentro. Una vez en acción llevan más piercings sexuales de los que jamás recogió la Wikipedia. Tú casa tiene esa habitación cerrada con llave que tu madre siempre se pregunta ¿qué tendrá mi hijo allí? y tienes un sling la mar de mono, porque te irán las guarradas en la cama, pero eres un tipo pulcro que apuesta por el sexo seguro.
■Cadinot: Eres del norte de España y como Francia te caía cerca, es el porno que empezaste a ver. Eres un poco hippie, llevas camisetas de rayas de pescatero, haces botellón con cerveza barata, pasas del rollo comercial del ambiente y, sí, estas metido en un par de ONGs. Crees injusto total que a los argelinos y marroquís les cueste tanto llegar a este nuestro pais.
■Cazzo: Eres un chico guapo, delgado pero fibrado, bien dotado y con muchos estudios. Hubieras podido acabar dos carreras de ciencias si te lo hubieras propuesto. Pero tienes ese puntito macarrilla que te hace tan especial. Llevas chandal y escuchas techno house de calidad. Independiente, resolutivo y muy apañado, que igual sirves para echar un remiendo que para quitarlo, te montas una estantería del Ikea que te cambias el alicatado del baño.
■Xtube: Eras el raro de la clase, el friki del instituto, el asocial de la carrera y ahora eres el clásico psicópata de la oficina que no habla con nadie y los miras a todos con esa mirada perdida en la nada que parece decir tú serás mi siguiente víctima. No tienes bastante con nada. Siempre vas un poco más allá de lo establecido. Aún vives con tu padres y tienes más contactos en el Messenger que en el móvil.
■Todo lo anterior y eres hetera: Si eres mujer y te gustan todas las productoras porno anteriormente nombradas, eres un tía centrada, que te llega la regla de forma puntual, te encantan los perritos, los PowerPoints de Miguel Ángel Silvestre y el color azul turquesa.
■Todo lo anterior y eres hetero: No eres hetero. Tu novia y tu madre lo saben, pero como te ven tan emperrado en ser hetero, pues te dejan que te lo creas. Pero que sepas que no, eh?